jueves, 30 de agosto de 2012

Respeto al espacio personal

Ya van varias veces en las que me veo en la situación de que voy muy cómoda ya sea en un camión, metro, parque... en fin, donde sea! Cuando no falta el/la persona que cree que escucha la mejor música y quiere compartirla con todos... probablemente sólo quiere presumir que cuenta con un ipod o con un celular con altavoces para que todos escuchemos su *maravillosa* (sarcasmo) "música". Qué hacer? Una vez, iba en el metro de mi ciudad natal y una señora traía su celular con la más *fina música*... a un volúmen bastante alto, y por su fuera poco, des-ecualizado, sonaban muy fuerte los agudos!!! y dije: Señora, qué cree que todos queremos venir escuchando su música? a lo que respondió -pues sí! Bah! le dije que además era muy alto su volúmen, y que por qué no se compraba unos audífonos. "Si tiene para tener ese celular, claro que puede comprar unos audifonos de 10 pesos" -No, no tengo. "Quiere que le de 10 pesos y deja de poner su *música*?" ya no dijo nada. Y en ese momento tuve que bajar del metro. Pero bueno, qué necesidad de andar presumiendo lo que escucha uno? Yo no voy por la vida celular en altavoz! Para empezar, mi celular ni tiene música. Pero bueno, y así como esa historia otras muchas! Qué hacer para evitar eso? Los celulares de hoy traen audifonos! O acaso debo comprar una caja con muchos muchos audífonos para regalarlos a quienes invadan mi espacio auditivo? Sí, hay otra solución, me pongo mi ipod, escucho mi música con mis audifonos y me olvido del problema. Pero esa no es la mejor solución, talvez sí lo más sencillo pero y los demás que no tienen audífonos? por qué invadir de tal forma ese espacio? ¿Por qué la gente es tan basura, chafa, fea, mala? Ay no se... pero mientras propongo mi campaña de "Ayuda a un naco: regálale audifonos" Hasta dónde vamos a llegar? no lo se. En conclusión, detesto la contaminación auditiva, como eso, los cláxones, las sirenas de las patrullas, los gritos sin sentido. Cage dice en su libro "silencio" que el silencio no existe, que siempre hay ruido. A él le encantaba escuchar el ruido de la ciudad (pues no vivía en nuestra época y seguro NUNCA viajó en el metro de la ciudad de México).