viernes, 30 de abril de 2010

Sonatas and Interludes de John Cage

Las Sonatas e Interludios ocupan un lugar especial dentro de la obra de John Cage. Escritas durante un periodo de dos años, de 1946 a 1948, este ciclo representa la cúspide de su obra para piano preparado, instrumento para el cual ya había compuesto una serie de piezas durante la década de los cuarenta y que lo consolidaría como un compositor muy importante en la vanguardia musical de Estados Unidos.

A pesar del conocido desdén que Cage mostraba por la idea de manifestar sentimientos y emociones humanas por medio de la música –desdén que lo fue alejando del proceso habitual de composición y lo condujo a experimentar con procedimientos aleatorios en los años posteriores-- en las Sonatas e Interludios se refleja aún la existencia de ciertos aspectos que acercan a Cage hacia una concepción musical más tradicional en donde se busca suscitar ciertos estados de ánimo en el oyente por medio de ideas musicales bien definidas. Esta aparente conexión con el pasado tiene también una contraparte en el hecho de que el piano preparado funciona como medio de búsqueda de nuevos timbres. Cage sentía una gran fascinación por sonidos que no necesariamente pertenecían al sistema musical tradicional y encontró en el piano preparado una gran herramienta la cual le permitía experimentar con nuevos sonidos de una manera práctica. Es así como, en cierta forma, las Sonatas e Interludios apuntan hacia el futuro y al mismo tiempo se mantienen dentro de la tradición. Por un lado, podemos encontrar en las Sonatas e Interludios frases musicales definidas, y por otro lado la importancia del sonido como tal, con todas sus variables, va cobrando cada vez más relevancia.

Esta idea de plasmar sentimientos y emociones en las Sonatas e Interludios no es ninguna casualidad. Cage estaba profundamente interesado por las escuelas de pensamiento no occidentales durante la época en que compuso este ciclo. En este caso específico, la filosofía Hindú ocupa el lugar principal. Es concretamente el libro de la historiadora y crítica de arte Ananda Coomaraswamy “The Dance of Shiva,” el que Cage usa como punto de partida. En este libro se explica la teoría de las emociones permanentes de acuerdo a la filosofía Hindú. Se considera a ocho emociones: lo erótico, lo heroico, el odio, el enojo, la alegría, el miedo, el dolor, el asombro. Estas ocho emociones tienden hacia una novena, que es la tranquilidad. Aunque resultaría difícil tratar de relacionar cada Sonata con alguna de las emociones permanentes, si es posible observar una clara tendencia hacia la tranquilidad en las últimas Sonatas.

Otra dicotomía interesante en las Sonatas e Interludios se observa en la alusión a la cultura oriental (empezando por la idea de plasmar las emociones permanentes de acuerdo a la filosofía Hindú) siendo él un compositor occidental. Muchos de los timbres del piano preparado evocan la música de oriente, en donde la presencia de instrumentos de percusión es muy abundante. Esta evocación llega a ser evidente en algunas de las piezas que componen este ciclo. Por ejemplo, las Sonatas XIV y XV se caracterizan por la continuidad. No existe en estas Sonatas el desarrollo típico de las obras de corte occidental, en donde hay una clara dirección hacia una objetivo, sino que permanecen en un constante ciclo de regeneración, tan común en la música de Oriente. Cage explica: “Coomaraswamy insistía en que ciertas ideas podían encontrarse tanto en el Occidente como en el Oriente. Mi primera reacción fue expresar esta idea de la manera más clara. Así que escribí las Sonatas e Interludios. En ellas hay ciertas piezas con sonidos similares a campanas que sugieren Europa, y otras con sonidos de tambores que sugieren al Este. La última pieza es claramente europea. Era la rúbrica de un compositor del Oeste.”

Cage trabajó en la organización de la estructura de las Sonatas e Interludios de manera muy minuciosa. Como se puede ver en el programa de mano, hay una clara simetría en el orden de las Sonatas e Interludios. En total son 16 Sonatas y 4 Interludios organizados en 4 grupos de cinco (4 Sonatas y un Interludio). De la misma manera, cada Sonata o Interludio tiene una estructura rítmica muy definida y que se puede observar tanto en la estructura de las frases como a nivel de la macroestructura.


Notas elaboradas por Mauricio Ramos Viterbo

http://www.posgrado.unam.mx/musica/HTMLs/html_docentes/personal_doce/45_ramosV.html

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