miércoles, 19 de marzo de 2014

British way.

Donde todo es al revés




Algunos saben la historia que hubo detrás de todo este asunto, otros no. Así que sólo resumiendo: fue un caos.
Uno pensaría que los ingleses son una sociedad acostumbrada a hacer las cosas bien, eficiente y correcta, pero en cuanto a la burocracia... la realidad es otra.

Después de obtener mi VISA para poder residir en el Reino Unido, fui inmediatamente a la agencia de vuelos para reactivar un vuelo que tenía pendiente, y a los dos días ya estaba en el avión, lista para vivir la aventura junto a mi señor esposo (sí, ya soy oficialmente señora, me les casé en noviembre del año pasado :D )

En el aeropuerto todo normal, mi familia me fue a dejar y poco a poco fueron llegando mis amistades más cercanas para despedirse. Fue un poco difícil ya que como dije alguna vez, no se puede meter toda la vida en una maleta que pese menos de 32kg (para no pagar sobreequipaje) así que como siempre: las despedidas son difíciles y uno no quisiera dejar atrás a las personas que uno quiere.

Me sentía un poco tensa, así que como me dijo una amiga: al subir tómate unas copitas de vino para que te relajes y te duermes. En efecto, eso hice. Ya un poco alcoholizada y a más de 10 mil pies de altura, me quedé dormida. Sólo despertaba ocasionalmente para cambiar la carpeta de música del Ipod.

Finalmente nos despertaron para servir el desayuno, que nunca me ha gustado el desayuno que sirven en los aviones... El piloto indicó que estábamos próximos a aterrizar. Ya abriendo las ventanas se alcanzaba a ver un hermoso paisaje, de una ciudad donde aparentemente hay mucho pasto. Después de dar un par de vueltas (debido al tráfico que habría en el aeropuero) aterrizamos.

Tomé mi equipaje de mano y me dirigí a las dichosas ventanillas de migración donde pasé sin ningún problema. Fui a donde estaban las maletas y esperé un par de minutos hasta que apareció la mía. Pedí ayuda a un señor para bajarla de la banda giratoria por que pesaba mucho y como podría una persona con una mochila y una maleta de 30kg correr, corrí hacia la salida para reunirme con mi amado esposo a quién tenía un mes de no ver.

Nos saludamos efusivamente, y salimos para tomar el autobús que nos llevaría a la ciudad en la que vivimos: Cambridge.
Después de unas horas en el autobús llegamos y pude sentirme al fin en casa. Lo cual me hizo muy feliz. Hicimos una deliciosa cena para festejar mi llegada.

No voy a decir que todo aquí en el primer mundo es mejor, ni peor. Lo que sí, es que todo es diferente. Y son esos pequeños detalles los que me hacen sentir extraña. Por ejemplo la forma en la forma en la se abren las llaves de los lavamanos y también las cerraduras de las casas también son al revés.

Es bien conocido que en Inglatera manejan por la derecha, y en realidad uno no le da mucha importancia, claro que al caminar y cruzar las calles uno debe tener mayor precaución. Pero ayer me di cuenta que sí es muuuucho muy complicado ya que ayer tuve un pequeño paseo en bicicleta por el centro de Cambridge y debo decir que me he tensado. Sobretodo por que tienen tantas glorietas para seguir el sentido de la calle "al revés". Sí me dió miedo.

Lo que me gusta mucho de aquí es vivir cerca del Río Cam. A unos 5 minutos caminando de donde vivimos está un parque muy lindo, donde hay banquitas para sentarse. Me gusta ir a leer ahí. Y los fines de semana venden helado.

Aunque el otro día me asustó un pato-ganso-cisne, no se que era (ver foto 3) lo que si se es que estaba muy muy grande y me tuve que ir casi casi corriendo por que me seguía, jajaja.

En fin. Un día de estos les llevaré un poco de pan que tengo aquí en casa.
Aquí unas imágenes recientes del parque que les dije y el río Cam.



Lo que también es curioso es el inglés de las personas. Algunos tienen un acento claro y fácil de entender, pero hay otros que por más que repitan las cosas no se entiende nada. Casi siempre irlandeses. Incluso algunos hindués tienen un mejor acento, jeje. Y ya que estamos con gente de otro país, hay mucho oriental aquí. Pero latinos no he visto mucho.

En fin, es un gusto escribirles y será más placentero leer sus comentarios.

Les mando un abrazo desde el país de Mr. Bean.

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